Soy Julio Cesar Chinchilla Nova tengo 17 años, en mi vida cotidiana estudio el tercer año de bachillerato comercial, asisto a la parroquia Señor de Ostua en Metapán, ciudad de Santa Ana

Conocí la Juventud Misionera mejor conocida como JUMI  a mis 15 años Y sin mentir han sido 3 años de bendición donde he podido conocer en realidad como debe ser un joven, antes creí que con estar en misa todos los domingo y servir en algún cargo era más que suficiente para poder seguir a Jesús; pero comprendí que no basta con eso, lo que se necesita es ser misionero, enseñar lo que Jesús cambió en mi vida, salir a nuevos horizontes a misionar no basta con ser un joven y ya, es ser un Joven pero misionero que lleva a todos aquellos a Jesús no solo por medio de palabras; si nos mas bien por medio de nuestro testimonio de vida.

En estos 3 años que tengo de conocer a la JUMI y pertenecer lo menos que puedo decir es que es GRANDIOSO, porque en ella podemos formarnos, aprender, conocer, y sobre todo seguir a Jesús y darlo a conocer a todas aquellas personas que igual que yo necesitan de ÉL.

Es una experiencia hermosa porque lo único que tenemos que hacer es darle un tinte misionero a todo lo que realizamos; me cuesta mucho hablar de esto porque hay tantas cosas que Dios ha hecho en mi por medio de la JUMI y no bastan estas palabras para poder compartirlas, Dios es grande y nos invita a todos a ser misioneros, en esta ocasión quiero invitarlos a todos a que podamos poner ese tinte misionero en nuestras actividades y verán que Dios hará grandes obras en cada uno de nosotros, es deber de todos misionar,  Joven animo Dios te llama a ser misionero.