Juventud Misionera / Ahuachapán

Plan de Formación Misionera

¿Para que un Plan de formación Misionera de la Juventud?

Los miembros de Juventud Misionera en cumplimiento del mandato misionero de Jesucristo que los envía a evangelizar, asumen gustosos su formación que les lleva a crecer en la fe.

La formación doctrinal y la profundidad de la fe son indispensables para que los cristianos puedan asumir los desafíos de la cultura moderna. Con mayor razón los jóvenes que quieren ser misioneros no sólo en sus ambientes sino más allá de las fronteras.

 

Las realidades concretas del mundo de la misma Iglesia replantean la necesidad de un nuevo ardor misionero en el que se nos exige a todos "saber dar razón de nuestra Fe".

 

La Iglesia es el espacio histórico en donde Cristo se acerca a los jóvenes, se da a conocer, camina con ellos y como hizo con sus apóstoles, los instruye con su palabra y les hace madurar la fe hasta que puedan asumir su misión; a este proceso se le llama: Escuela con Jesús.

 

Las Obras Misionales Pontificias concretan su amor a los jóvenes con un plan orgánico de formación y actividades ajustadas a su realidad. Este plan pretende coordinar y aprovechar todas las energías y recursos de los jóvenes para lograr su animación, su formación y su proyección misionera desde la experiencia fraternal de vida de grupo, bajo la guía de su Maestro, Cristo.


    FORMARSE EN LA ESCUELA CON JESÚS

±   La Propuesta de Jesús:

Jesús llamó a los apóstoles y les expresó lo que les ofrecía y lo que esperaba de ellos. Con el ven les ofrecía su presencia y amistad; con el sígueme se les ofrecía como modelo, camino y guía; con el id y evangelizad les ofreció una orientación, una misión y una compañía que exigía de ellos disponibilidad. En síntesis: Jesús les ofreció vida nueva para que la compartieran con los demás. Hoy Jesús, ofrece transformar a los jóvenes como lo hizo con los apóstoles; su estilo es el de un Amigo, un Maestro y un Salvador que se les acerca y espera que reciban lo que les ofrece y colaboren en su Obra. Esta es la escuela con Jesús y el proceso salvador que se ofrece en Juventud Misionera.

±   Una Escuela de Amor:

Es maravilloso constatar cómo Jesús comprendió a cada uno de los Apóstoles y los atendió conforme a su propia identidad y circunstancias. Perdono, consoló y ayudó a cada uno. Lo primero que hizo y por lo que más se preocupó fue por entrar en el corazón de cada uno y hacerse amigo de todos.

Los jóvenes perciben el amor de Jesús y se sienten llamados a amarlo. Seguramente esto fue lo que les pasó a los discípulos que fueron, vieron y se quedaron con El para toda su vida y ayudaron a que Simón Pedro fuera también a disfrutar de esa experiencia de amistad que ofrecía Jesús. Esa escuela que fundamenta todo en el amor es la que ofrece la verdad que hace libres.

Juventud Misionera aprende en la escuela de Jesús a amar y ser amado, vivir la caridad y la verdad, a capacitarse para ser misionero de amor.

±   Lo que se Recibe y se Vive en la Escuela con Jesús:

Ante todo, Jesús amó a los Apóstoles y los llamó a dos cosas: a estar con El y realizar una misión a favor de los demás. Lo que Jesús enseña y lo que el joven misionero aprende, se puede resumir en estos puntos que son progresivos en la vida:

Vivir con El:

Lo cual implica unirse a El cada día mas, vivir una amistad más profunda todos los días con El y como El.

Vivir como El:

Implica aprender de Jesús todo y asumir su estilo de vida.

 

Unirnos a El:

Porque el seguimiento de Jesús se hace en la Iglesia y la fe se vive compartiéndola y proyectándola; los Apóstoles y los jóvenes misioneros están llamados a unirse en Jesús, con su amor, para ser uno y así lograr que el mundo crea.

Ir con El en su Nombre y con su Poder:

Se trata de ir como enviados por El; los jóvenes son sus colaboradores y ayudantes. Ser misionero implica dar los pasos que el Señor quiera, en la dirección que quiera, con las personas que El quiera, hasta donde El quiera, para lo que El quiera.

Dar la Vida con El y como El:

De eso se trata. El misionero no busca ser servido sino servir como Jesús; por ello, cada día con mayor valentía apostólica, dan la vida sirviendo a los demás en el cumplimiento de su misión. El ideal y la meta es la de ayudar a Jesús para que su Reino crezca en cada uno y en el mundo.

 

 

 

    PLAN GENERAL DE FORMACIÓN.

Juventud Misionera ayuda a que los jóvenes tengan una formación misionera integral, progresiva y armónica ya que se busca fundamentar todo en Jesús y en sus enseñanzas para corresponder, con una vida y servicio misionero fiel y eficaz. La formación misionera los ha de acercar a Jesucristo para beber de esa fuente, fortalecerlos para la misión y aprender la vida y estilo misionero. Los ha de orientar a servir a Jesucristo como verdaderos signos e instrumentos suyos. Para ello les brinda una formación misionera a través de cuatro áreas (A cada una de ellas se dedica una semana cada mes) integradas así:

 

¿Qué se pretende a través de las Áreas?

Es un proceso cíclico basado en la experiencia milenaria de la Iglesia que abarca lo intelectual (Catequesis), lo afectivo (Espiritualidad), lo testimonial (Proyección) y lo grupal (Vida de Grupo). El único deseo es ofrecer una propuesta concreta que le proporcione a los jóvenes un espacio para desplegar sus habilidades, su entusiasmo y sus valores con miras a la evangelización.

Muy importante

-  Son los encuentros fraternos de Juventud Misionera, más que simples reuniones.

-   Cada encuentro es diferente y tiene especialidad por lo cual no se realiza de la misma manera.

-  Cada uno tiene su metodología propia, sus dinámicas especiales y a veces sus lugares distintos.

-  El tiempo debe estar de acuerdo con el ritmo de los jóvenes y depende del estilo de cada encuentro.

-  Cada encuentro está marcado por la Palabra de Dios y propone compromisos   

    concretos para la semana.

 

-   Los testimonios misioneros propuestos para los encuentros del mes son diversos:

a)   Comentario y resonancia de la experiencia personal que cada joven vive en la semana.

b)  La invitación a otros (jóvenes o asesores) que tengan experiencia de servicio en lugares apartados o en circunstancias especiales.

c)   Compartiendo y comentando noticias misioneras conseguidas para eso.

Presentamos ahora los cuatro encuentros con los tres aspectos que deben comprender: ¿Qué es?, ¿Para que es? y ¿Cómo hacer este encuentro?

1- Catequesis Misionera

Primer encuentro del mes, estudio doctrinal de un tema. En el tema de este encuentro se fundamentan los siguientes y al final del mes sólo se evalúa el contenido de la catequesis.

1.1 ¿Qué es?

Este encuentro está inspirado en la Palabra de Dios, de la cual se deducen las enseñanzas para la preparación de los misioneros en la "Escuela con Jesús".

Es un encuentro que madura el conocimiento de Jesús, de la Iglesia y la Misión. Se da a los jóvenes elementos, temas básicos del ser misionero.

Está pensado para que los jóvenes investiguen, hagan anotaciones, ilustren, saquen conclusiones, realicen talleres de estudio, memoricen los mensajes principales, analicen, asuman compromisos y completen el tema tratado con trabajos posteriores al encuentro.

   1.2 ¿Para qué?

Pretende principalmente la formación de los jóvenes para que presten su servicio misionero con motivaciones serias y sean capaces de dar razón de su fe.

1.3 ¿Cómo hacer este Encuentro?

Se pueden usar varias técnicas de exposición. El animador debe ser creativo. Las guías de formación que ofrece las OMP, presentan solamente el desarrollo de un tema y unas sugerencias de cómo se podría realizar.

 

Puede hacerse también por medio de conferencias, talleres de estudio, trabajos grupales, mesas redondas, paneles, simbolizaciones, representaciones, exposiciones, foros, jornadas de investigación, videos, audiovisuales, etc.

 

2-  Espiritualidad Misionera

Es el segundo encuentro del mes.

2.1 ¿Qué es?

No es una reunión. Es una celebración y vivencia de lo aprendido en el primer encuentro. El mensaje aprendido y asimilado toca el corazón, se encarna y se celebra. La celebración es la misma Palabra dramatizada, simbolizada.

2.2 ¿Para qué?

Es una verdadera experiencia de amistad íntima con Jesús, que se basa en el mensaje bíblico del encuentro anterior.

La intensidad y belleza de los gestos y contenidos, lo mismo que la vivencia depende de la asimilación y efecto del mensaje.

2.3 ¿Cómo hacer este Encuentro?

Es una celebración de la Palabra acogida y encarnada en el corazón de los jóvenes y de acuerdo al lugar, al tiempo y al espacio puede ser: Taller de oración, retiro, desierto, celebración de la Palabra, fogata, representación bíblica, Eucaristía, jornada de oración y en fin, todas aquellas actividades que ayuden al encuentro amoroso con el amigo Jesús.


3- Proyección Misionera

Es el tercer encuentro del mes.

3.1 ¿Qué es?

Es una acción concreta en la que los jóvenes misioneros comunican el mensaje aprendido y vivido en los dos encuentros anteriores. Es una Palabra de Dios estudiada, meditada y celebrada que se vuelve testimonio misionero hacia los demás.

3.2 ¿Para qué?

Para ayudar a los hermanos con la misión. Es el encuentro vivido fuera del grupo. Es salir a evangelizar y a comunicar lo vivido, para familiarizarse con el dolor y la necesidad de los hermanos; es el encuentro en que la comunidad experimenta el amor de Jesús hacia ellos, por medio de los jóvenes misioneros.

3.3 ¿Cómo hacer este Encuentro?

Se puede realizar múltiple actividades, por ejemplo: Visitas a otros grupos apostólicos, animaciones misioneras a determinados grupos de jóvenes o a los más alejados, visitas a sacerdotes de diversas clases sociales, visitas a enfermos, a familias, a asilos, a cárceles; organización de campamentos misión de grupos juveniles, convivencias juveniles, diálogos con jóvenes,  con niños y con familias en dificultades.

 

 

4- Vida de Grupo

Es el cuarto encuentro del mes.

4.1 ¿Qué es?

El equipo revive la presencia y estilo de Jesús, están con Él, comparten su amistad. Se refuerzan los lazos de amistad entre los miembros del grupo.

Se crean vínculos de unidad, fraternidad y ayuda mutua.

 

Crecer juntos y crear un ambiente propicio para que todos se sientan como los discípulos con Jesús. Es revisión de vida para celebrar el crecimiento del espíritu y del corazón misionero, en cada joven y en el grupo.

 

4.2 ¿Para qué?

Los jóvenes que gustan de compartir el dinamismo, la creación, programación y valorización de todos los momentos de la vida espiritual, humana y misionera, encuentren el espacio necesario y así responder a la maduración de la dimensión social y eclesial del joven, abriendo estos espacios.

43 ¿Cómo hacer este encuentro?

Pueden hacerse convivencias de grupo, paseos juveniles, caminatas, fiestas familiares y misioneras, juegos, concursos, competencias, celebraciones de cumpleaños, jugar amigo secreto, aniversario del grupo, jornadas culturales, aprobación de grado de los compañeros, encuentros deportivos, programación de actividades de grupo, evaluaciones de actividades, etc.

 

El misionero crece integralmente o desarrolla sus conocimientos (intelectual), estimula su vivencia (celebra, ora), abre sus manos y mueve sus pies (acción) y desarrolla sus relaciones (vive en fraternidad).

Esté proceso formativo se adelanta con ayuda de la Guías de Formación, las cuales presentan un esquema diferente para cada encuentro y están organizadas de acuerdo al nivel en que se encuentran los jóvenes.

En Juventud Misionera se entiende la formación como un proceso, como un camino que se recorre conjuntamente. Caminar ha de ser su actitud permanente, por eso, se habla de niveles, es decir, pasos que se van dando en el caminar desde la adolescencia y a lo largo de la juventud. La Juventud Misionera se organiza mediante las guías de formación: Fermento Misionero, Amanecer Misionero, Primavera Misionera, Asumir el reto, con el deseo de comunicarse mejor con todas las edades.

 

    La Escuela de Liderazgo Misionero Juvenil otro espacio de Animación y formación.

Se realiza a nivel nacional, diocesano o parroquial: es un encuentro personal y comunitario con Jesucristo; los jóvenes animadores misioneros, tienen la oportunidad de intensificar la formación en todos los sentidos de manera simultánea y en todos los sentidos y presencial: se profundiza en los fundamentos de la misión por medio de la catequesis misionera, se experimenta la cercanía del amor de Cristo y de los hermanos en la espiritualidad misionera; se comparte el servicio por la proyección misionera y se vive como los discípulos de Jesucristo en la vida de grupo. Así se logra:

o                  Formarse como líderes misioneros para mejorar su servicio entre los jóvenes y más allá de las fronteras.

o                  Completar su formación básica como líderes misioneros para mejorar el servicio en la Nueva Evangelización y ante todo en la misión ad gentes.

La Escuela de Liderazgo Misionero Juvenil, en sus dos niveles, es una respuesta a la necesidad de formación que tienen los líderes juveniles misioneros.

Es un proceso que dura dos años, con momentos presenciales concretos y que tienen continuidad en la vida con diversas actividades personales y comunitarias.

    Responsables

Cuando se habla de responsables de la formación se puede decir que:

o       Cada uno es quien debe asumir la responsabilidad de su propia formación misionera.

o      La Iglesia a través de las OMP y en concreto de Juventud Misionera, tiene la responsabilidad a nivel nacional y local de ofrecer, como un servicio, esos elementos para la formación.

o      De manera muy especial el párroco y los demás asesores deben acompañar y ayudar a los jóvenes en esa formación misionera.

o       Además, hay actividades y medios  que se viven y se proporcionan en el grupo de Juventud Misionera que pueden ser aprovechados.

Se puede afirmar, entonces, que la formación compete a todos, es hacia todos y con todos y que algunos en concreto complementan su formación por medio de la Escuela de Liderazgo Misionero Juvenil. Esta no reemplaza la formación general sino que acrecienta. Son organizadas por las OMP Nacionales, Diocesanas y Parroquiales dentro de su programa de animación y formación misionera de los jóvenes.

Es muy importarte que los asesores promuevan y aprovechen todos los medios que para su formación se ofrecen desde las OMP. Ellos, al igual que los jóvenes, deben trabajar para que su formación sea sólida y firme y una vez formados colaboren en al formación de los otros jóvenes.

 

 

 

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